EL FARO
A
aquel faro le gustaba su tarea, no sólo porque le permitía ayudar,
merced a su sencillo e imprescindible foco, a veleros, yates y
remolcadores hasta que se perdían en algún recodo del horizonte, sino
también porque le dejaba entrever, con astuta intermitencia, a ciertas
parejitas que hacían y deshacían el amor en el discreto refugio de algún
auto estacionado más allá de las rocas.
Aquel faro era incurablemente optimista y no estaba dispuesto a cambiar por ningún otro su alegre oficio de iluminador. Se imaginaba que la noche no podía ser noche sin su luz, creía que ésta era la única estrella a flor de tierra pero sobre todo a flor de agua, y hasta se hacía la ilusión de que su clásica intermitencia era el equivalente de una risa saludable y candorosa.
Así hasta que en una ocasión aciaga se quedó sin luz. Vaya a saber por qué sinrazón mecánica el mecanismo autónomo falló y la noche puso toda su oscuridad a disposición del encrespado mar. Para peor de los males se desató una tormenta con relámpagos, truenos y toda la compañía. El faro no pudo conciliar el sueño. La espesa oscuridad siempre le provocaba insomnio, además de náuseas.
Sólo cuando al alba el otro faro, también llamado sol, fue encendiendo de a poco la ribera y el oleaje, el faro del cuento tuvo noción de la tragedia. Ahí nomás, a pocas millas de su torre grisácea, se veía un velero semihundido. Por supuesto pensó en la gente, en los posibles náufragos, pero sobre todo pensó en el velero, ya que siempre se había sentido más ligado a los barcos que a los barqueros. Sintió que su reacio corazón se estremecía y ya no pudo más. Cerró su ojo de modesto cíclope y lloró dos o tres lágrimas de piedra.
Mario Benedetti (1920-2009)
Como me gustan los faros. Fantasticas fotos además acompañadas por esas palabras del gran Benedetti.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esto es saber sacar partido de un enclave privilegiado, si señor!!!...me parece una serie estupenda y que demuestra perfectamente cómo buscando diferentes puntos de vista y diferentes momentos del día se pueden lograr resultados alternativos y llenos de plasticidad, felicidades!!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo...y muchas gracias!!! ;)
Fotográficamente hablando, los faros son un tema que me atraen mucho. Me gustan las tres fotos, pero especialmente la segunda. También el texto le viene genial, eso de "Aquel faro era incurablemente optimista" es fantástico...
ResponderEliminarAbrazos y buen fin de semana!!!
Amigo Rubens,esta vez las luces no te acompañaron y no te ayudaron al hacer esas fotografias,
ResponderEliminarpuede ocurrir que yo esté equivocado
Un fuerte abrazo
Unas tomas excepcionales. Me encantan las 3, peró la luz de la última es increible!
ResponderEliminarUn abrazo Rubens
Un bonito texto para acompañar esas excelentes fotografías.
ResponderEliminarUn abrazo.
La luz del faro y la luz de tu última foto y la luz del faro y la luz de Benedetti. Y la tuya.
ResponderEliminarAbrazo, Rubens.
Magnífica serie y extraordinarios procesador que ensalzan le belleza de ese hermoso lugar.
ResponderEliminarEnhorabuena y un saludo, amigo.
Hasta muy pronto.
Muy buenos estos contraluces... Los encuadres son preciosos...
ResponderEliminarUn abrazo
Estupendas las fotos, como siempre.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana.
Precioso contraluz. Muy bonitas imágenes. Un saludito..
ResponderEliminarGran Benedetti en buena compañía
ResponderEliminarTres enfoques distintos para un precisoso enclave, pero con el denominador común de sus precisoso contraluces y sus buenos encuadres.
ResponderEliminarBesos
Mario Benedetti me encanta y lo has unido a estas tres imágenes preciosas, me gustan todas, los contraluz por sus bonitas siluetas y el cielo y la primera , porque además tiene unas texturas muy buenas.
ResponderEliminarSAludos.
Preciosas, sobre todo las ultimas que muestran las siluetas y realzan el cielo, me encantan.
ResponderEliminarUn beso
Las tres tomas son estupendas pero la segunda con el faro a contraluz recortado sobre el cielo me parece excepcional.
ResponderEliminarUn abrazo,
Qué bonitas Rubens. El faro y su soledad a la puesta de sol. Una luz perfecta!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
A mi siempre me han fascinado los faros y cuando existían los fareros, qué vida. Pura soledad y pura necesidad para salvaguardar a los barcos que se acercan a las costas.Tres muestras diferentes de un mismo sitio. Cada una tiene su encanto.
ResponderEliminarAbrazos.
Me gusta mucho esta serie.-
ResponderEliminarbonita serie; muy evocadora
ResponderEliminarAmigo Rubens,el buén concepto que tienes de mis fantasias está haciendo subir mi ego
ResponderEliminarSaludos
Sin duda son tres buenas tomas, pero la primera es para enmarcar, Rubens.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana.
Rubens, buenos días. Nos conocimos ayer en Casa Alonso. MUY BUENA TU FOTOGRAFÍA. Seguimos en contacto. Saludos
ResponderEliminarMe encanta las tres!
ResponderEliminarExcelente el contraluz de la segunda. Un abrazo.
Ramón
Boa tarde, Nasci e vivo na cidade de Faro em Portugal, gostei muitos das suas fotos em contraluz com cor fantastica, são muito belas.
ResponderEliminarAG
http://momentosagomes-ag.blogspot.pt/
Rubens excelente imagenes en estos contraluces Saludos
ResponderEliminarUna preciosidad de imagenes...un saludod ese Murcia...la segunda me encanta...
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